Escriben los lectores

Me encuentro lejos de Pindal, mi tierra linda, donde alguna vez floreció dichoso mi hogar paterno. Por razones laborales y servicio a la patria estoy ausente, pero jamás he olvidado sus idílicos paisajes que incitan a una dulce ensoñación.
El clima en primavera, el sol, la tierra intensamente pródiga, las chacras doradas con el maíz milenario; ese portentoso sustento del hombre desde la prehistoria. Ser ciudadana o ciudadano pindaleño constituye un timbre particular de hidalguía, honor y dignidad, consecuentemente, Pindal es de los hombres probos y valientes. Sus mujeres, las más bellas y encantadoras, como si hubiese ocurrido el mítico renacer de las deidades del olimpo griego.
Conviene ahora decir algo sobre la alcaldía, en el preciso momento de elecciones. Supongo que la Alcaldía de Pindal ha estado en buenas manos, las de un pindaleño aparentemente sin tacha como don Germán Sánchez González, quien había cumplido con creces los mandatos del pueblo en su larguísima administración, no se explica de otro modo la conformidad, ese silencio sepulcral ciudadano, cuando en el país no faltan rebeldes estallidos sociales que defenestran alcaldes, si estos carecen de ideales concretos y no sirven lealmente al pueblo.
Hay de los obsecuentes, traidores, cobardes, porque estos son el oprobio del pueblo. Pindal, sin duda es un pueblo rebelde. Por ahí, casualmente, tengo conocimiento que en el barrio La Pampa, hermosa plazuela tradicional, que yo recuerdo, la más pintoresca de Pindal, donde convergen dos caminos, la Alcaldía ha construido algo que se parece a un detestable mamotreto, sin criterio técnico inservible, mal ubicado, ajeno al simple sentido común, con dineros del pueblo.
La Contraloría tiene la obligación legal de objetar construcciones de esa laya, máximo que parece dedicada al fastidio del perseverante periodista y poeta lírico MARCO TULIO GONZÁLEZ ROMERO, crítico mordaz del Alcalde. De ser así, este hecho insólito tendería una sombra lúgubre sobre cualquier pretendida obra municipal y el Alcalde debería abstenerse para su reelección.
VIVA PINDAL, “vIVA EL GOBIERNO DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA”
Dr. Raúl Sandoya Espinoza
Quito-Ecuador

Corrección oportuna
Mi estimado César, en la sección "Escriben los lectores", publicaste un pensamiento remitido por una de tus lectoras.
Permíteme, sin el ánimo de ofender ni polemizar con nadie, expresar a tus queridos lectores, que Ana Eleanor Roosevelt, no fue la esposa del primer presidente de los Estados Unidos. El primer presidente de los Estados Unidos fue George Washington (1789-1797).
Eleanor, fue la esposa de Franklin Delano Roosevelt (32º presidente de EE.UU.). En lo que sí estoy de acuerdo es que fue una gran pensadora y defensora de los derechos humanos, sobre todo.
José Elicio Díaz Calderón