Defendamos con honor lo que hemos conquistado

Por: Marco Tulio González Romero
Dando énfasis a este título, es justamente lo que corresponde hacer hoy más que nunca al heroico movimiento de la Revolución Ciudadana que por primera vez en la historia política de la República del Ecuador, un candidato a la presidencia de la República gana rotundamente en la primera vuelta.
La rebelión pindaleña del 26 de abril del año 2009, es el resultado de una lucha popular que bregó palmo a palmo con mujeres heroicas, hombres de corazones ardientes, jóvenes colmados de esperanza, niños ansiosos por tener un futuro digno. Todos cerrando un solo puño, cansados de la injusticia, de la prepotencia, de la arrogancia, de la mentira maquiavélica, del terrorismo psicológico, de la soberbia, del abuso, la diatriba y la corrupción, para buscar un cambio en la administración local y así recuperar y rescatar la dignidad de nuestra patria chica tantas veces ultrajada y humillada en estos últimos tiempos.
Esa victoria tenemos que defenderla unidos, con patrimonio, con valentía, con argumentos democráticos, con ideas claras, con mentes lúcidas de gente civilizada. Tenemos que defenderla de los enemigos del pueblo, de los que aún pretenden seguir pisoteando y manchando el honor de las autoridades actuales y de quienes fueron sus adversarios políticos. De aquellos que pensaron seguir en sus festines despilfarrando el dinero de las arcas del erario nacional. De aquellos a quienes se les acabó la fiesta y ahora ya no son nada e intentan resurgir de los escombros.
Pindaleñas y pindaleños. Sabido es que hace más de dos mil años, estuvo aquí en la tierra un hombre que resucitaba a los muertos, pero en la actualidad es muy difícil que haya alguien en este mundo que devuelva la vida a un cadáver.
Por lo tanto, dejemos que los deudos entierren a sus difuntos y si el cadáver tiene paz, que descanse y a sus seguidores que mantengan la cordura.