Hemos detectado a los hipócritas

Por Homar Rogel Encalada
Un cierto domingo llegaron a una iglesia dos hombres muy serios, con armas al cinto, vestidos todo de negro desde la cabeza hasta los pies. Justo cuando iba a empezar la misa, ingresaron por la puerta principal y a paso lento llegaron hasta el altar. Se pararon frente a los más de 2 mil feligreses que habían acudido allí a demostrar su "amor a Dios".
De pronto sacaron sus armas, apuntaron a los concurrentes y con un fuerte grito les dijeron: ¡quién de ustedes quiere morir por amor a Jesús! En un abrir y cerrar de ojos, de todos estos miles de asistentes sólo quedaron 20. Inmediatamente, los hombres de negro se dirigieron al cura diciéndole: Ahora sí Señor Cura, puede empezar la misa, ya hemos acabado con todos los hipócritas que habían venido.
Bienvenida sea esta reflexión ahora en estos tiempos donde nuevamente unos pocos de la UNE no van a trabajar. Algo bueno podemos sacar de este relajo que han armado los de siempre, ahora con nuevos rostros y habría de decirle al señor Ministro de Educación: Ahora sí señor Ministro, hemos detectado a todos los hipócritas de la educación y han quedado en su lugar de trabajo los que si son realmente maestros/as; podemos empezar a tener Patria.
El otro día entrevisté a un profesor y a una profesora que apoyaban la paralización de la educación. Luego de enumerar un sinfín de necesidades y requerimientos a favor de la educación hicieron referencia al Proyecto de Ley de Educación. Dijeron que atenta contra sus derechos conquistados en largas luchas, bla, bla, bla bla... Que tenían derecho a la Resistencia, que la Constitución así lo dice; que el Escalafón, que las evaluaciones, que la Lectura Crítica, que las partidas docentes, bla, bla, bla, bla... Luego el "maestrito" me salió con el cuento de que los habían capacitado recientemente en lectura crítica y que al ser evaluados sobre el tema se habían sacado cero, y que no le encuentra explicación a eso, bla, bla, bla, bla... Entonces yo le pregunto: ¿Qué libro está leyendo? Y respondió que los de su materia, que unos textos por ahí. Entonces comprendí el porqué había reprobado.
Y yo insistía preguntando, bueno, quién les ha dado el derecho de paralizar la educación. Y seguían con el mismo cuento que dicen "todititos" los que salen en televisión, en la radio y en los periódicos y revistas. Y sigo preguntándome y les pregunto a los y las del paro: ¿con qué derecho privan de la educación a la niñez y juventud si ella nos pertenece a todos y todas? ¿Acaso no fuimos una gran mayoría quienes aprobamos la Constitución el año pasado en donde estamos de acuerdo que se apruebe entre otras "Las leyes que regulen la educación, la educación superior, la cultura y el deporte"? ¿Es la UNE la institución que regenta la educación en el país?
Creo que es necesario dar a conocer los derechos de los Maestros que constan en el Proyecto de Ley de Educación: Acceder a procesos de desarrollo profesional, según sus necesidades y las del Sistema Educativo. Ser reconocido por sus méritos y logros alcanzados. Expresar libre y respetuosamente su opinión. Ser sujetos del debido proceso, en caso de presuntas faltas al código de convivencia y a las leyes y reglamentos. Gozar de estabilidad laboral con sujeción al cumplimiento de sus deberes y obligaciones. Recibir una remuneración acorde con su experiencia, solvencia académica y evaluación de desempeño, de acuerdo con las leyes y reglamentos vigentes. Participar en concursos de méritos y oposición para ingresar al Magisterio Ecuatoriano y para optar por diferentes rutas profesionales del Sistema de Educación. Ser tratado sin discriminación y acorde con sus necesidades especiales. Participar en el Gobierno Escolar Ciudadano del Circuito Educativo al que pertenecen.
Asociarse libremente y participar en los procesos de elección de las asociaciones gremiales.
El texto de este Proyecto de Ley es muy extenso, pero ojalá lo leyera de forma íntegra todo el magisterio, estudiantes y ciudadanía para conocer que es lo que se trata en el mismo y en base a ello actuar.
Mientras tanto señores/as supervisores, visiten cada una de las escuelas y colegios de su responsabilidad e informen quiénes no trabajan. Ciudadanos y ciudadanas también seamos veedores y denunciemos a quiénes no están dando clases. Que se cumpla con las disposiciones ministeriales de sanción hacia ellos. Si tienen que irse, pues que así sea, caso contrario, la hipocresía seguirá y la Educación no avanzará.