...Y llega el 26 de abril

Por: Gorky Sandoya Chuquimarca
Este domingo 26 de abril del 2009, los ecuatorianos acudiremos a las urnas a cumplir con nuestro derecho y deber cívico del sufragio, para elegir a nuestras dignidades nacionales, provinciales y locales que tendremos como representantes durante el próximo periodo, conforme lo establece la Constitución Política de la República. A pocos días de votar, nos encontramos dejando atrás una campaña electoral en la cual a primado la repetición de ofrecimientos en su mayoría de veces demagógicos y clientelares en todos sus ámbitos.
En el caso de nuestra “Capital Maicera del Ecuador” “Pindal” hemos sido testigos que han surgido cuatro candidaturas que aspiran a llegar al régimen municipal, cada uno de ellos con diferentes tesis de gestión y administración. La mayoría de candidatos ya se sienten ganadores, otros no lo reconocen por estrategia de campaña; pero en la práctica ya están derrotados. Ésta campaña electoral ha transcurrido con diferentes inconvenientes, como: confrontaciones, abusos de poder, insultos, injurias calumniosas graves, irrespeto, ofensas irreparables a la honra y buen crédito personal, etc., lo característico de cada campaña electoral en la que los aspirantes para lograr el poder, utilizan diferentes artimañas, como siempre asumen un sinnúmero de promesas y compromisos que pocas veces se cumplen y así tratan de convencer o engañar a nuestro pueblo que en la actualidad ya no permitimos que nuestra conciencia sea comprada por un plato de comida, bebidas alcohólicas, conciertos, camisetas, y donaciones de diferente índole.
Es por eso que “conciudadanos pindaleños” hoy más que nunca observemos, analicemos, y comparemos a las diferentes candidaturas para que de ésta manera el día domingo 26 de abril, cargados de optimismo, confianza, seguridad, certeza, esperanza, y convicción acudamos a las urnas a depositar nuestro voto por la candidatura que consideremos que nos enrrumbará por las sendas, horizontes, y caminos del progreso, y nuevas propuestas para el adelanto de nuestra tierra fructífera de la que formamos parte, y así una vez que hayan sido entregados los resultados nos olvidemos de la línea política a la que hayamos pertenecido y todos aunemos esfuerzos junto a nuestros representantes para trabajar por el anhelado desarrollo de nuestro querido “PINDAL”.