No a la violencia

Por: César Sandoya Valdiviezo
Un discurso de confrontación a nada bueno conduce, más aún si la provocación proviene de una autoridad que se supone debe procurar establecer un clima de paz y orden en el cantón que administra. Es lamentable que el alcalde de Pindal, en lugar de dirigir los destinos de un pueblo con armonía, incite a los ciudadanos a reaccionar con violencia, cuando él mismo se autocalifica como una "persona de principios".
Hace pocos días, el Alcalde se dirigió a los agricultores del cantón Pindal a través de una emisora que transmite desde Alamor. Su discurso fue revelador y asombroso: "exijan que se les entregue la úrea que está guardada en la casa del candidato a concejal Leonidas Riofrío. Reclamen el fertilizante, pero no deben pedir de rodillas". ¿Cuál fue la intención del Alcalde? Es obvio. Incitar a la violencia, para que los agricultores en forma desenfrenada se dirijan al domicilio del candidato a tomarse la urea en forma desenfrenada.
Las consecuencias pudieron ser fatales, pero afortunadamente la palabra del Alcalde está desgastada así como su credibilidad, por lo que su llamado no tuvo eco. La gente en forma inteligente sí escuchó el mensaje de las autoridades competentes y esperó la fecha que estaba destinada para la distribución gratuita de los 225 sacos del fertilizante. En Pindal los agricultores supieron desde un principios que la úrea iba ser distribuida el 10 y 11 de marzo con la presencia de las autoridades provinciales del Magap, en coordinación con la jefatura política.
El discurso de confrontación del alcalde genera malestar. Cualquier demócrata entendería que uno de los activos más preciados en una sociedad es la paz. Acaso, alguien puede dudar que un discurso de polarización no se traduzca, a la larga, en manos armadas dispuestas a enfrentar, como sea, a sus adversarios. Se entiende que es necesario fortalecer el pleno ejercicio de las libertades. Y una de ellas es estar en contra de los discursos que incitan a la violencia emanados por autoridades desesperadas ante la pérdida de respaldo.