El Presidente Obama

Por: Héver Sánchez Martínez
Con mucha expectativa sigue de cerca el planeta los acontecimientos post posesión Obama. Indudablemente se trata de un hombre amante de la paz y de las leyes. Es innegable de que le separan años luz de su antecesor. Sin embargo y a pesar de ser el primer presidente negro que
ocupa la casa blanca, a pesar de haber jurado su mandato sobre la misma biblia que lo hiciera Abraham Lincoln hace casi ya 150 años, a pesar de enarbolar y enaltecer los pensamientos y principios de Martín Luther King, a pesar de haber cerrado el campo de concentración se Guantánamo en su primera semana de administración; no se divisará
cambios a gran escala a nivel mundial.
Es un mérito sin precedentes el que un negro haya llegado a la presidencia en la nación más racista de la tierra. Pero no olvidemos que hay grupos económicamente poderosos que ayudaron a Obama a captar el poder. Estos grupos con toda seguridad pasarán factura al nuevo presidente y éste tiene que responder favorablemente a esos intereses.
Durante siglos los Estados Unidos nos han considerado su patio trasero y con Obama no será la excepción. Lamentablemente Obama no podrá parar el sistema de despilfarro de la sociedad norteamericana. No podrá mandar a cerrar las fábricas de armas que producen billones de dólares a las empresas norteamericanas y muerte y desolación para otros. No podrá hacer nada para cambiar el nuevo orden económico mundial por injusto que este sea con los países pobres del mundo. En fin, como decía don Miguel de Cervantes: una golondrina no hace verano y por muy buenas intenciones que Obama tenga, pesan mucho más los compromisos y los grupos económicos que están detrás del presidente.
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