La cosecha de café no satisface

La comunidad de Roblones, ubicado a 10 km. de Pindal, en la vía a Celica, espera por seis meses la cosecha de café para salir de las deudas que provocaron la siembra de la gramínea. Sin embargo, ahora los pequeños productores enfrentan dos problemas: la poca producción y el bajo precio.
En efecto, Luis Obaco Guaycha comenta que la siembra de café dejó de ser un buen negocio para los agricultores y campesinos que se dedican a esa actividad.
En la última cosecha, hace seis meses, el precio del quintal de café se vendió a 90 dólares, pero ese valor no reflejó la realidad de los costos ni el tiempo que se invierte en la producción de esa gramínea.
En esta temporada el quintal no tiene un precio fijo, porque los productores trasladan la cosecha hacia Puyango para comercializarla. Pero casi siempre el precio es variable y está de acuerdo a lo que los mayoristas establecen.
De su lado Julia Obaco, moradora de Roblones y también productora de café, está resignada al precio que establezcan los centros que compran la gramínea, pero al mismo tiempo reflexiona que los pequeños productores están desamparados porque a la hora de la cosecha quienes imponen los precios son los intermediarios y casi siempre lo recibido no compensa con los invertido.
Los productores de café coinciden en que el proceso de secado, requisito básico para poder comercializarlo, es tedioso. Según el clima, a veces tardan hasta tres semanas para cumplir ese cometido, a esto hay que sumar los 4 años que se requiere para que una planta produzca.
Alfredo Rivera, campesino de la zona, dice que cada vez se vuelve más difícil la actividad agrícola por los pocos incentivos que existen, de ahí que cree que ésa es la causa por la que cada vez aumenta el número de migrantes del campo a la ciudad.
Economía
Labor poca productiva
· La producción de café cada vez pierde más espacios, por el bajo precio del quintal y los altos costos de producción.
· Los tejones, son animales que se convierten en especie de plagas que terminan con las plantas.
Foto. Julia Obaco, Alfredo Rivera y Luis Vidal, secan el café previo a ser comercializado.